viernes, 5 de agosto de 2011

Resaca

Todos hemos pasado ese momento en el que, tras salir la noche anterior, despiertas un sábado por la mañana y decides que no vuelves a beber nunca más. Pero hay una resaca todavía peor para mí. El momento en el que despiertas un sábado por la mañana con un hombre al lado y decides que no volverás a acostarte con nadie nunca más. Tras la enajenación en la que te sumergen las hormonas, de repente, descubres que este tipo no te interesa demasiado y que tú a él, me temo, tampoco. Cuando en frío lo que acabas de hacer no tiene ninguna lógica, imagino que en caliente tampoco la tenía. “Bueno, sólo ha sido un polvo, no tiene mayor importancia”. Pues si compartir fluidos, respirarse cerca, fundir pieles y juntar lenguas, entre otras cosas, no tiene mayor importancia, ¿qué la tiene? Imagino que todavía bebemos de tendencias muy extremas que surgieron para desmarcarse de las ataduras impuestas. Quizá frivolicemos el sexo para escapar del yugo de la moral, de la idea de que el sexo es sólo justificable para la procreación, del tabú, del miedo a lo que mueve en nosotros. Puedo entender que se haya llegado a esto porque soy una mujer con una extraordinaria capacidad de comprensión y empatía, además de atractiva y bastante simpática (perdonad, si no me vendo aquí, ¿dónde?). Pero estaría bien encontrar, al menos para mí, un término medio entre la banalización, la idealización y la penalización. No me vale pensar que el sexo no es importante, o que es un ejercicio gimnástico sin más consecuencias que alguna agujeta aquí y allá. Has tenido a un tipo dentro de ti, que con suerte se va o con suerte se queda, eso ya depende de la elección que hayamos hecho. ¿Cómo pensar que eso no es importante? ¿Acaso no os han entrado ganas de llorar tras una relación sexual? ¿Acaso no os han entrado ganas de reír o de tener muchos hijos tras una relación sexual? (Si habéis osado verbalizarlo, el tipo, probablemente, todavía esté corriendo). ¿No os habéis deprimido durante varios días u os habéis sentido absolutamente felices? Una relación sexual tiene repercusión, queramos verla o no, queramos investigar en lo que nos genera o no, pero la tiene. Así como la tiene pasar las horas junto a una persona u otra. Creo que cualquier contacto humano tiene consecuencias. Hay quien te pone contento y hay quien te pone triste. Hay quien te succiona toda tu energía y vuelves a casa con las neuronas derretidas y hay quien te contagia un ánimo excelente con el que convives el resto del día. Si sabemos que esto es así, ¿por qué pretendemos rebajar la importancia cuando se trata de sexo? Porque nos hemos creído que uno es más libre si no se plantea estas cosas. Porque quizá sea más fácil no planteárselas. Desde mi experiencia personal puedo decir que el sexo utilitario sienta mal. Así como cualquier relación utilitaria sienta mal. Lo complicado es discernir entre las conexiones que te impulsan o las que te lastran. ¿Cómo? Si lo supiera no tendría ahora este horrible dolor de cabeza...

1 comentario:

  1. Hola Xana:

    La lectura de tu post sobre la "Resaca" me evocó estas bellas palabras de la Serie "Heroes", que ahora me permito compartir contigo:

    ¿De dónde procede esa búsqueda? Esa necesidad de resolver los misterios de la vida, cuando no podemos contestar ni a las preguntas más sencillas… ¿por qué estamos aquí? ¿qué es el alma? ¿por qué soñamos?

    Tal vez nos iría mejor sin mirar más allá, sin ahondar, sin anhelar... pero la naturaleza humana no es así y el corazón humano tampoco al verse en la necesidad de resolver los misterios de la vida. En el fondo ¿qué importa eso? si el corazón humano solo logra encontrar significado a la vida en los momentos más pequeños y, aún así, nuestro corazón se esfuerza por marcar las diferencias, por cambiar el mundo, por soñar con la esperanza, sin saber a quién conoceremos por el camino, quién en este mundo de desconocidos nos cogerá de la mano, nos cautivará el corazón y compartirá nuestras ilusiones y nuestro esfuerzo.

    Aún así, soñamos con la esperanza, con el cambio, con el fuego, el amor, la muerte... hasta que sucede y el sueño se hace realidad, y la respuesta a esa búsqueda, a esa necesidad de resolver los misterios de la vida por fin se hace visible, como la luz deslumbrante del nuevo amanecer...

    Pero, tanto luchar por un significado, por un propósito, para al final descubrir que todo eso RESIDE en nuestro interior, en nuestra experiencia compartida de lo fantástico y lo mundano; en la simple necesidad humana de buscar un alma gemela, de conectar y de saber en el fondo de nuestro corazón que NO estamos solos...

    Muchas gracias por tus pensamientos...

    Insushinak.
    insusinak@hotmail.com

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