miércoles, 4 de diciembre de 2019

Se hace camino al andar...




¿Conoces las cintas de andar?
Sí, esos aparatos que hay en los gimnasios con una banda que se mueve y hace que camines en el mismo sitio por horas.

¿Sabías que inicialmente fueron un instrumento de “rehabilitación” en las cárceles inglesas? Por ahí de 1818, un hombre llamado William Cubitt las diseñó para hacer a los prisioneros más productivos: molían maíz mientras que extraían agua. Sin embargo, se volvió un instrumento de tortura rápidamente para los criminales menos peligrosos (imagina lo que le sucedía a los que sí lo eran… ¡de miedo!).

Estas cintas podían tener 24 personas al mismo tiempo y, si te caías, ni te cuento. Para 1842 eran tan famosas que casi todas las prisiones las tenían. Uno de los prisioneros que tuvo la mala suerte de pasar por estas caminadoras fue Oscar Wilde. Pero para 1898 las prohibieron debido a que causaban demasiadas muertes entre los prisioneros, y los británicos comenzaron a usarlas de forma más humana (se supone), como en la educación.

¿Y cómo llegaron a los gimnasios?
Pues en 1913, en Estados Unidos, un inventor llamado CL Hagen solicitó la patente para un nuevo tipo de “máquina de entrenamiento.” Y con los años fue evolucionando hasta la máquina que se usa actualmente.

¿Y esto qué tiene que ver contigo?
No sé. Quizá solo te parezca un dato curioso. Quizá sientes que estás en el mismo lugar caminando sin llegar a ningún lado.

¿Qué hacer?

Empieza con pequeños cambios en tu vida, observa si te traen resultados positivos o negativos. Afina en el proceso.

Los japoneses (sí, soy fan absoluta de su filosofía de vida) lo hicieron para las empresas que tenían, y después se empezó a usar en el desarrollo personal, y ha tenido gran éxito porque funciona (Método Kaizen).


¡No te quedes en el mismo lugar!


Que tengas buen día,
Susana

Sin miedos

No tengas miedo a cometer errores, pero sí busca aprender de ellos. No tengas miedo a ser creativo, busca los distintos ángulos y posibles soluciones a los problemas. No tengas miedo a salir de tu zona de confort, cuanto más lo haces, más cómodo se vuelve. No tengas miedo cuando se te presenten las oportunidades, es peor pensar después “y si lo hubiera hecho…” No tengas miedo de soñar, pero busca la forma de hacer tus sueños realidad. No tengas miedo de planear, pero ejecuta tus planes. No tengas miedo. Las amapolas florecen solas en medio del trigo... Ten un gran día, Susana


Paciencia...

Ok
Stephen Covey es el autor del bestseller "7 hábitos de la gente altamente efectiva". Y alguna vez dijo lo siguiente:
Sé paciente contigo mismo. El crecimiento personal es suave; es terreno sagrado. No hay mayor inversión que éste.”
Y vaya que es cierto. Tanto lo de invertir en ti mismo, como lo de ser paciente. Y esto me lleva a lo siguiente:
Deja de buscar cambios radicales. Créeme, no hay éxitos de la noche a la mañana. Es como una pequeña bola de nieve que va creciendo conforme camina, hasta volverse una avalancha.
Y lo entiendo, muchos buscamos los "trucos mágicos” que nos hagan mejores de forma instantánea. Pero… piensa en cualquier persona que admires. No llegó a ese lugar mágicamente. Fueron una serie de pasos pequeños y acciones consistentes. Día tras día. ¿Cuáles son estos pasos que estás tomando? Pregúntate si te están llevando en la dirección correcta. Y ajusta en el camino.

¡Que tengas un gran día!

Susana ¡Comienza a hacer pequeños cambios en tu vida hoy mismo!